jueves, 24 de mayo de 2018

Almudena Negro y Jorge Vilches : “Contra la socialdemocracia. Una defensa de la libertad”


Estamos de una obra de dos autores; en ocasiones parece ser una obra a dos manos, pero unificadas por una única orientación. Almudena Negro es licenciada en derecho por la Universidad San Pablo CEU, y periodista especializada en comunicación política online. Ha colaborado con diversos medios de comunicación y dirige alguna tertulia radiofónica. Por su parte, Jorge Vilches es historiador y profesor en la Universidad complutense y la Universidad San Pablo del CEU. Es conocido por sus críticas a la socialdemocracia (prueba de ello es este libro) y defensor del pensamiento liberal.  Es además columnista de periódico y colaborador de programas de radio. Como indican en la introducción, no es habitual que dos personas de esas características “se unan para escribir un libro políticamente incorrecto, a contracorriente, en defensa de la libertad, la democracia y el capitalismo como único sistema moral completo”.
Digamos de antemano que la lectura de este libro provoca inicialmente una sensación tan relajante como fundada. Una de sus partes nos repasa la historia de España de los últimos años. Para los que somos muy mayores, nos permite recordar lo transcurrido. Y hasta cierto punto nos hace sentirnos a salvo de lo que va a ocurrir después, cuando nosotros no estemos ya presentes. Porque el futuro es realmente incierto. Lo que al principio producía placer ahora causa angustia.
Y es que estamos ante una obra que es increíblemente aséptica, acostumbrados como estamos a versiones partidistas y sesgadas. Los palos se reparten a diestro y siniestro. Lo realmente triste es que encontramos más palos (errores) que aciertos. Nos abandona la narración en 2017 cuando al frente de los dos partidos tradicionales, sustentadores de un cierto bipartidismo, se hallan sus probables enterradores. Probablemente los autores no podían siquiera imaginar la España de mayo de 2018.
Aunque se trate de una obra que defiende, por encima de todo, la libertad proclamada por el liberalismo (hay muchas libertades), su título es correcto porque la gran amenaza proviene de la socialdemocracia, lo que obliga a indiciar como se genera ésta en Alemania, como se difunde, cuáles son las causas iniciales de dicha difusión y la identificación actual con el llamado estado del Bienestar La social democracia no encerraría la peligrosidad que reviste hoy en día si no se hubiera producido un deslizamiento hasta su ideario de todas las fuerzas políticas.
Si bien se aborda la evolución de la socialdemocracia en Europa y Norteamérica, se hace una especial alusión a España, en la que también esto es diferente. Su aparición coincide con el fenómeno de la crisis del turnismo que siguió a la muerte de Isabel II. No es exagerado afirmar que se nos ofrece un relato inusual de la trayectoria política que siguieron los restos de los partidos conservador y liberal (progresista) hasta la guerra civil. Es quizá uno de los apartados más interesantes del libro.
Tras la dictadura de Franco (economicismo, pero no política) llegó la Transición ya teñida de socialdemocracia. Lo fueron especialmente los Pactos de Toledo. En cualquier caso, la hegemonía, en sentido gramsciano, quedaba ya en poder de la izquierda. La historia posterior se analizará en tres aspectos: la evolución de las izquierdas, la rendición de la derecha y la irrupción del síndrome populista.
El populismo, imparable según los autores por su capacidad de contagio, nace del desconcierto de las izquierdas cuando ven sus programas asumidos ya por la derecha. Recurren entonces a “una salida: la política sentimental”. El populismo no es abordado en una única manifestación. Aparece en primer lugar Podemos, el socialismo del siglo XXI, revolucionario desde abajo, apoyado en las masas descontentas, que busca “devolver el poder al pueblo a través de espacios de decisión pública, en las que estarían representadas las asociaciones: el famoso empoderamiento”. El libro distingue entre la corriente errejonista y el estilo de Monedero; por encima de ellos, el líder, Iglesias. Distinguible perfectamente está la CUP, especialmente apoyada en el municipalismo independentista.
A continuación, aparece otro el populismo: el nacional-populismo, xenófobo y moralista, que promete democratización y un paternalismo estatista. Todo soportado por la idea de la comunidad nostálgica y excluyente. Las pequeñas historias del País Vasco y de Cataluña son repasadas y contrastadas con esa imagen del nacional-populismo.
Como España siempre tiende a ser distinta (cosa que, a lo mejor, sucede en todos los países), el libro destaca la ausencia en el mapa político español de un populismo de derechas. Se refiere en primer término al fracaso de la democracia cristiana en los países europeos en los que fue decisiva. Llevaban en su programa las ideas latentes en la socialdemocracia. Alude después a la falta de continuidad de quienes, como Thatcher y Reagan, se permitieron el lujo de criticar el estatismo izquierdista. Ni siquiera tuvieron eco en otros países. Sin embargo, fueron surgiendo, ya en la extrema derecha, movimientos populistas nacionales.  El Frente Nacional de Le Pen en Francia (con la réplica mediática y patriótica de Sarkozy), el Partido de la libertad austriaco (FPÖ), la Liga Norte italiana, la Alternativa para Alemania (AfD). Por cierto: ¿cómo calificar a Trump? Que no haya existido algo parecido en España se atribuye por los autores a “la fragilidad endémica del nacionalismo español”, si bien se congratulan de que los tímidos intentos realizados en dicho sentido hayan fracasado.
Cuando el libro se enfrenta por fin a diseñar algunos apuntes para una política liberal se encuentra con la triste realidad que existe una cierta unanimidad en declarar al liberalismo como en el gran culpable de todos los males. “Para buena parte de la mentalidad europea liberal significa ‘facha’ ”. Irónicamente señala el libro que “Se podría acabar la carrera de ciencias políticas sin saber quiénes eran Hayek, Arendt o Popper”. Nos describirán dos tendencias fundamentales en el liberalismo, el pesimista que solo confía en el milagro y el optimismo (“ridens”) que se conforma con ver que el liberalismo a pesar de las críticas recibidas “funciona”.
¿A qué se debe eso? Fundamentalmente según los autores a graves defectos de comunicación de la derecha. Como en tantos otros aspectos la izquierda ha ganado, debido en gran parte a que la derecha no ha sabido competir en su dimensión sentimentalista. Ha ignorado además Internet y dado bazas a sus enemigos en tertulias y televisiones. De hecho “uno de los mayores errores cometidos por la derecha de la Transición fue admitir la supremacía de la izquierda en relación con la agenda cultural, social y política”. Algo que ya se adivinaba cuando Adolfo Suárez se comprometió a no crear una fuerza sindical que hiciera frente a UGT y CCOO. La Iglesia también se dejó llevar por ideas colectivistas. La hegemonía gramsciana es una realidad española. El IRPF aumenta, las clases medias se extinguen, el economicismo hace olvidar la política, el ciudadano se aleja de sus elegidos, desaparece de hecho la separación de poderes, se multiplican las leyes (100.000 en la España actual), se implanta el pensamiento único, aumenta la burocracia, se idolatra un consenso que unifica unos partidos que sólo buscan poder. Diríamos que, más que proporcionarnos unos apuntes para una política liberal, Negro y Vilches nos están enumerando los vicios contra los que hay que luchar.
Incluyen finalmente un epílogo, muy breve, pero en el que dejan clara su esperanza (“desarmar el consenso socialdemócrata que tantos problemas está creando”) y su pequeña esperanza (“remover algo en la derecha”). Mantienen la necesidad de la derecha democrática entienda que copiar el modelo socialdemócrata es una rendición. Cuando lo hizo “calló y perdió”. Y lanzan finalmente su decisión: “Queremos polémica”. Es simplemente una invitación a la que no nos podemos negar.
Resulta imposible tratar de resumir las muchas ideas recogidas en el libro. Son demasiadas y tienen una enorme profundidad. Añadamos a esa otra gran dificultad. Constantemente hay que hacer referencia a palabras y términos que han sido objeto de manipulación, e incluso de apropiación, en muchos casos. ¿Qué es la democracia? ¿Qué es la libertad? La manipulación que comienza en las palabras termina afectando a los individuos. Es un proceso perfectamente estudiado al que se han sometido los que debieran haberlo discutido. Todo en aras de la idea de consenso que sustituye absurdamente a la de compromiso.
¿Es la realidad como la que se describe? Me temo que sí. Son unos meses los transcurridos desde la edición de este libro y los hechos llanamente han empeorado.
Un libro que es una delicia. Tan políticamente incorrecto, tan realista. Pena que nos deje llenos de desconsuelo.


“Contra la socialdemocracia. Una defensa de la libertad” (256 págs.) es un libro del que son autores Almudena Negro y Jorge Vilches y que fue registrada a nombre de ambos en 2017. Con esa misma fecha, fue publicado por Deusto, sello editorial de Centro Libros PAPF, S. L.U., integrada en la editorial Planeta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario