martes, 25 de julio de 2017

Alicia V. Rubio : Cuando nos prohibieron ser mujeres … y os persiguieron por ser hombres.




Es una grata sorpresa ver que hay una voz que se levanta contra la doctrina de género al uso. Y que esa voz sea femenina. Cuando se avanza en la lectura del libro se muestra por qué es femenina: porque interpreta esa doctrina al uso como un ataque a la condición femenina. Alicia Rubio escribió en un twitt: “la prensa oficial carece de credibilidad porque ha pasado de informar a adoctrinar en los dogmas de la corrección política”.
La base de todo lo que va a desarrollar en su libro descansa en una idea: las personas, o sea la humanidad, o sea los homo sapiens y las mulier sapiens (todo llegará) tienen dos partes: una animal y otra algo más elevada, dejando al arbitrio de cada uno definir y graduar esa especial elevación. Alicia V. Rubio lo que nos va a destacar es que esa parte elevada, que corre como una liebre, se ve atada por un curioso anclaje, unos pies que parecen los de una tortuga, lentos y pacientes. La liebre es la cultura vigente; la tortuga lo que tenemos de biológico.
¿Cuál es el resultado? Pues que, aunque la liebre pretende correr, los pies de la tortuga no responden y van a su paso cuando andan. En otras palabras: la liebre son las ideas feministas al uso y la tortuga, la realidad biológica que separa de forma evidente al hombre y a la mujer. Perdón, para que no se me tache de machista antes de tiempo: a la mujer y al hombre. Aunque pensándolo bien tampoco esto me librará de la condena por machista.

Alicia Rubio parte de un hecho que considera incontestable: el hombre y la mujer son diferentes y distintos. Desde una diferencia física visible, a una diferencia de hábitos, gustos y tendencias que sobrepasa lo puramente físico. Recuerda que no en balde, aun durante la gestación, el cerebro ya se ve inundado por hormonas de una y otra clase. Alicia Rubio es además profesora de educación física y ha constatado repetidamente como el acercamiento al deporte es distinto en el hombre y la mujer.
El pecado original de los defensores de la idea de género es entender que esas diferencias no son físicas y biológicas, sino que se deben exclusivamente a la educación recibida con reparto de roles. Y se proponen cambiar esa educación. Fracaso total: los hechos demuestran que con esa educación se pueden igualar temporalmente los gastos y actitudes de hombres y mujeres, pero que, al cabo más o menos de dos años, vuelven a surgir las diferencias. O sea, que no se deben a que unos vistan de azul y otras, de rosa.
A los defensores de esa cosa llamada teoría del género no se les ocurre otra cosa que contradecir la realidad: feminizar al hombre y masculinizar a la mujer. Pero es inútil; como dice el libro: “En ningún momento, pese a que lleven uniforme unisex, se deja de percibir si el militar es hombre o mujer”. Que no deja de ser una forma fina de recordar el viejo dicho “Aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. Por eso la autora sigue a continuación diciendo “...el hombre con tacones y pechos es eso… un hombre con tacones y pechos, aunque se sienta mujer, aunque diga que es mujer, aunque todos sin excepción aceptáramos que es mujer.”
Todo muy razonable, pero luego vemos en la realidad cómo el movimiento de género arrolla todo, prohibiendo a la mujer ser mujer, como dice el título del libro, y persiguiendo a los hombres que no se feminicen. ¿Qué sucede? Pues bueno, lo que en tantos otros campos: por una parte, el apoyo de sectores interesados (en este los LGBT, es decir, lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), a continuación, el buenísmo de las instituciones que les apoyan económicamente, sigue la creación de todos géneros de organismos que generan puestos de trabajo cómodos y remunerados, y continúa con la colaboración de los medios de comunicación que tratan de parecer avanzados (o sea, casi todos) y que no pasan de ser una avanzadilla.
Entre todos montan una monstruosa manipulación. Todos los días, la TV repasa los casos llamados de violencia de género. Por descontado, son actos condenables y que derivan de una condición más violenta de los hombres. A partir de ahí la heterosexualidad será perseguida en el hombre. Y subiendo más arriba se denunciará la familia.
Porque la familia reconoce la diferencia e, incluso, establece una jerarquía. Que no tiene que ser la misma, lo muestra Alicia Rubio refiriéndose a los chimpancés y a los bonobos, monos que viven en relativa cercanía. Los primeros han adoptado culturalmente el patriarcado, pero los segundos, los bonobos, han optado culturalmente por el matriarcado y para llegar a él han optado por la total libertad sexual de forma que se conozca únicamente a la madre y no al padre. Resulta que nosotros somos como los chimpancés ya eso molesta a los defensores la idea de género que nos quieren bonobos.
El feminismo que aspiraba a dar a las mujeres los mismos derechos que los hombres se hay transformado en un feminismo radical que ofrece aspectos totalitarios y a los que se han unido colectivos minoritarios que han terminado haciendo del género una hidra de mil cabezas, como dice Alicia Rubio. Y repasa esas cabezas que incluyen cosas tan dispares como la criminalización del varón heterosexual o la manipulación del menor, o la dislocación de lo sexual y lo afectivo. Por descontado hay que añadir los que llama “neoderechos” que, al tiempo que terminan oponiéndose a los verdaderos derechos humanos, generan los correspondientes “neodiscriminaciones”.

Si antes nuestro comportamiento nos hacía recordar al chimpancé, ahora se va a hacer con la rana. Esa rana que se introduce en agua fría que paulatinamente se va calentando sin que la rana reaccione, muriendo al fin. Es la historia de nuestra manipulación, una manipulación cuyas formas repasa el libro y que comprenden, la saturación informativa, la distracción, la supresión de la información que no conviene, la contradicción de titulares e interiores, la simple falsificación de noticias, los falsos problemas con soluciones incluidas... Todo queda incluido en la famosa teoría de la lluvia fina.
Somos realmente como ranas. La lluvia fina termina mojándonos, que no en vano se llama “calabobos”. Y Alicia Rubio nos ilustra indicándonos como así nos deslizamos de lo impensable a lo simplemente extremista, de esto a lo aceptable, para pasar a los sensato y, a través de lo popular, llegar a lo político. Es algo que debemos reconocer: nuestra reacción inicial contra lo inaceptable va cediendo, por cansancio, día a día, porque a día a día nos repiten lo mismo en televisiones, radios y prensa. Somos ranas.
Hay que hacer aquí una parada para referirse e la cita que hace el libro del político e ideólogo Joseph P. Overton. Murió de un accidente de aviación en 2003 y tras su muerte se bautizó la piedra básica de sus ideas como la “Ventana Overton” (Overton Window”. Esa ventana es la de lo políticamente aceptable, e incluye no aquello en lo que los políticos creen, sino aquello que creen que puede ayudarles y apoyarles, incluso en su reelección. Los políticos se ven así esclavizados por la cambiante opinión publica y su actuación dependerá de la sociedad, no de sus propias ideas.
Eso dará lugar al inmenso apoyo económico que estas corrientes reciben de los organismos públicos, internacionales o nacionales. Hay aquí una referencia peculiar a las llamadas “puertas giratorias” al indicar como los políticos nutren generosamente las nóminas de los funcionarios y asesores a los que más tarde sustituirán. Alicia Rubio habla más crudamente de “estafa piramidal”. Y aporta numerosos datos de España, aunque reconociendo que no puede llegar a examinar los boletines oficiales de las Comunidades Autónomas. Cita cómo el Instituto de la Mujer (heredero del Ministerio de Igualdad) dio entre 2008 y 2012 ayudas a 687 programas de 467 entidades. Y que, en 2012, gobernando ya Rajoy y en plena crisis, dicho instituto repartió en un solo día 3,4 millones de euros, cantidad que se desglosa en el libro.

Un aspecto importante que merece especial importante es la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. Se promulgaba nueve meses después de la llegada al gobierno de Zapatero, días después del atentado de 11 de marzo. La orientación de le ley no se disimula: en el propio preámbulo se indica que la violencia de género es enfocada de “un modo integral e interdisciplinar, empezado por el proceso de socialización y educación”., Y poco mas adelante insiste en la “sensibilización e intervención en el ámbito educativo”. El Capítulo I se dedica íntegramente al “ámbito educativo”.
Alicia Rubio no solamente critica duramente la ley, sino que cita las muchas críticas que recibió., De hecho, los recursos que le fueron presentado fueron rechazados por el Tribunal Constitucional por 7 votos contra 5.  Pro quizá la mayor de las críticas que se vierten en el libro es que la acusación de violencia no precisa sino “sólo decir que el hombre la maltrata”. Ello determina la inmediata adopción de medidas contra el presunto maltratador, con las consiguientes consecuencias negativas. “La palabra de la mujer actúa de facto como hecho probatorio y el hombre no tiene derecho a ser escuchado”.
Ello abre la puerta a las denuncias falsas. A lo que contribuyen las ventajas económicas de la Renta Activa de Inversión y otras complementarias de otra naturaleza. El libro aporta datos: entre 2005 y 2015 se presentaron 1.482.041 denuncias; sólo hubo 177.994 condenas. Y añade dos cosas: entre estas últimas están las “sentencias por conformidad” en las que el hombre acepta los hechos aun no siendo reales por diversas razones y sin que sean cuantificables; y que 1.299.578 quedaron sin condena, casos en los que los delitos denunciados “ni están probados, son archivados o sobreseídos o se trata de denuncias falsas o simulaciones”
Ayer, 24 de julio de 2017 todos los grupos parlamentarios del Congreso han suscrito el primer pacto de estado desde hace muchos años. Es un pacto contra la violencia de genero. Otro tanto ha hecho el Senado con 266 medidas “contra la violencia machista, dirigidas a la educación, la sensibilización o la asistencia a las víctimas”. Las medidas supondrán una dotación presupuestaria de nos 1.000 millones de euros en los próximos 5 años, reforzamiento de funcionarios y supervisores, y asignaturas obligatorias y evaluables en colegios y en las carreras de las áreas sensibles. EL PSOE ha calificado el pacto de insuficiente y descafeinado. La foto que ha acompañado a la noticia refleja a los componentes de la mesa de negociación que aparecen sentados alrededor de ella: 12 mujeres y un hombre con el que el PP suele patentizar su comprensión hacia los homosexuales.
Todo parece conducir a un choque de trenes; los esfuerzos de grupos de presión que, con la excusa de combatir la violencia y el machismo, intentan imponer sus ideas e intereses, en un lado; en el otro, la biología y la naturaleza afectadas solamente temporalmente por la educación impuesta.
El libro es denso, proporciona mucha información que se nos mantiene oculta y esclarece la realidad que nos rodea .Volvamos a la rana. Pero ¿tampoco usted siente un poco de calorcito?

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