Deborah
Castellano Lubov parece ser una periodista que trabaja fundamentalmente para
Zenit, una web que habla de “el mundo
visto desde Roma”. Pero junto a esa corresponsalía ha tenido colaboraciones
ocasionales con otras muchas cadenas como EWTN, NBC News, National Catholic
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El libro es la
colección de las entrevistas realizadas por la autora a catorce personas, en su
gran mayoría dignidades de la Iglesia católica, destacando como excepciones las
realizadas a su hermana, un rabino y un amigo. Todas, obviamente, son elogiosas
y, salvo aspectos puntuales, no se corresponden con lo que anuncia el subtítulo
del libro. Salvo algunas anécdotas, todo estaba dicho y era conocido. La obra,
en todo caso, se lleva a cabo con motivo del quinto aniversario de la elección
de Bergoglio como Papa.
Los
entrevistados son éstos: 1. María Elena (hermana). 2. Charles Maung (cardenal,
Rangún, Myanmar). 3. Joseph Edward Kurtz (arzobispo, Louisville), 4. Timothy
Dolan (Cardenal, Nueva York). 5. Georg Gänswein (arzobispo y prefecto de la
Casa Pontificia). 6. Kurt Koch (cardenal, presidente del Pontificio Consejo para
la Promoción de la Unidad de los Cristianos). 7. Federico Lombardi (jesuíta,
antiguo director de la Sala de Prensa de la Santa Sede). 8. Gerhard Ludvig
Müller (cardenal, prefecto emérito de la Congregación para la doctrina de la fe).
9. Wilfried Fox Napier (cardenal, arzobispo de Durban, Sudáfrica). 10. Adrian
Pallarols (amigo de Jorge Bergoglio). 11. George Pell (cardenal, prefecto de la
Secretaría de Asuntos económicos). 12. Abrahan Skorka (rabino, Buenos Aires).
13. Peter Kodwo Appiah Turkson (cardenal, prefecto del dicasterio para el Servicio
del Desarrollo Humano Integral). 14. Fouad Boutros Ibrahim Twal (patriarca emérito
de Jerusalén).
De antemano es menester
afirmar que elogiar los cinco años de Bergoglio se ha constituido en algo políticamente
correcto. Algo de lo que ya no se puede disentir. Ya se sabe: el que no afirma
lo políticamente correcto, es un fascista. Lo triste es que no hablamos aquí de
algo político, sino religioso. A lo mejor hay que hablar de lo religiosamente
correcto. Yo diría que estamos al borde de ello. Bueno: hay que recordar que
siempre ha existido la herejía como lo religiosamente incorrecto. Pero ahora la
cosa es distinta.
Hay que dejar a
un lado la entrevista realizada a su hermana. Es, en cualquier caso, su
hermana; ella lo dice: “¡Francisco es
siempre y, de todos modos, mi hermano Jorge!”. Quizá sea lo que nos pasa a
muchos: Francisco es siempre Jorge Bergoglio (¿porque lo sigue siendo?) Su hermana no parece ser sensible a la carga
que el pontificado supone: “tuve la
impresión de que estaba muy feliz en ese momento. Parecía como si el Espíritu
Santo estuviera realmente con él. También creo que estaba feliz como nunca”.
Hay que recordar sin embargo que cuando se le pregunta si Jorge Bergoglio
estaba comprometido políticamente, contesta: ·” Sí, se identificaba en el peronismo, al menos en su primera fase,
porque las piedras angulares de este movimiento descansaban en la Doctrina
social de la Iglesia. Sin embargo, no era ni de derechas ni de izquierdas,
siempre estuvo interesado en la proclamación del Evangelio”. Cuando se la
pregunta lo que sucedió cuando el peronismo cayó y se acusó a Bergoglio de
llegar a acuerdos con la Junta Militar contesta de una forma muy doméstica: “¿Pero realmente usted cree que eso fuese
posible? Esto significaba que había olvidado por completo el ejemplo que
nuestra abuela nos había testimoniado con sus elecciones en la vida. Ella había
escapado de los fascistas. ¿Qué acuerdos debería haber hecho con un dictador?
¡Nunca! ¡Hubiera sido como traicionar a su querida abuela!”.
La trayectoria
del nuevo papado durante estos cinco años se centra en algunas ideas básicas.
Solo apuntaré a algunas.
¡Las periferias! Una idea obsesiva. Por
periferia puede entenderse tanto a las zonas de pobreza de todas ciudades, como
a las áreas geográficas lejanas. Se veía venir de lejos: “Delenda est Europa”. Roma se ha convertido en periferia, aunque este
hecho se oculte. Las presuntas ovejas habituales ceden su posición en favor de
las ovejas periféricas. Aunque huelan todas.
¡La pobreza! La “Iglesia pobre y para los pobres”. No deja de ser un eslogan
recurrente tanto de los entrevistados como del mismo Bergoglio. Pero ¿qué es la
pobreza? Las Bienaventuranzas nos hablaban de los pobres de espíritu. Pero
ahora todo se ha reducido a la falta de dinero. ¿Es la Iglesia pobre? ¿Quiénes
son los pobres? La idea de pobreza se reduce en ocasiones a la sencillez. Pero
la sencillez debe ser otra cosa.
¡La comunicación! Una y otra vez se
insiste en que Bergoglio es “maestro de la comunicación”. Nadie lo va a
discutir. Lo que es más dudoso es si comunica la “buena nueva” o una “buena
novísima”. Desde hace años, se distingue entre la comunicación verbal y la no
verbal. En la primera, hay que reconocer que Bergoglio es un maestro con tanta entrevista
en los aviones y tanto sermón en Santa Marta. Pero ¿transmite algún mensaje
cristiano? Lo que recibimos es el mensaje de su superior maestría en
determinados aspectos de la vida. El viejo dicho dice que por la boca muere el
pez. Y, creo que Aristófanes, afirmaba que las palabras son las madres
paridoras de los pecados
Lo que no se
puede hacer es hablar de “su sencilla
manera de comunicar”. Tiene de todo menos de sencilla; puede afirmarse que
es instintiva y espontánea, que son cosas distintas de la sencillez. Aunque no
lo sea, mucho huele a posado, esa categoría introducida por la prensa rosa. Y
más estupefaciente aún es que sea efectiva y sean reales los aplausos
recibidos. Resulta extraño, por ejemplo, utilizar un mingitorio público en un
recorrido público, cuando son muy conocidos los remedios utilizados por los
celebrantes para conciliar la edad con la gran duración de algunos actos litúrgicos.
La inmigración es otro de los temas manoseados
en las entrevistas. La postura de Bergoglio es claramente reconocida: “Este liderazgo moral de Francisco, que
exhorta a mirar a cada emigrante como a un hombre con su dignidad, está
teniendo buenos efectos. No propone modelos para las políticas migratorias de
un determinado país. Sólo está mostrando el sufrimiento de los inmigrantes al
mundo”. Es decir, si yo ahora digo que sufro por los que no tienen agua
potable, por los que sufren frío, por los que no tienen trabajo, por los que
carecen de una adecuada asistencia médica, ¿Hago algo más que mostrar el
sufrimiento? ¿Hago algo por aliviarles? ¿Hago real por ellos la más allá de la
proclama? Por cierto ¿cuántos emigrantes viven en Santa Marta? ¿Cuatro? ¿Tres?
¿Dos? ¿Uno? Una de las primeras intervenciones mediáticas de Bergoglio fue la realizada
en Lampedusa. Tras dirigirse a “los
queridos inmigrantes musulmanes” su pensamiento le indica que “la Iglesia está cerca de ustedes en la búsqueda
de una vida más digna para ustedes y sus familias”.
El entusiasmo
es más mediático que real. Pero se alimenta por los propios entrevistados: “Gente de todo tipo me para continuamente por
la calle, diciéndome: “Gracias por el don del Papa Francisco”. Antes ha dicho:
“el Papa Francisco posee unos talentos
que nos hacen falta hoy”. Estas declaraciones suponen un desprecio total
hacia sus predecesores. La tragedia personal de Benedicto XVI simplemente se
ignora; peor aún: se finge perdonar.
La lectura de
este libro no conduce a la serenidad, sino a la desesperanza. Hay dos referentes
en la vida: Dios y el individuo, sea yo o seas tú. De Dios apenas sabemos nada,
más allá de que aceptemos y confesemos como católicos su existencia, su triple
personalidad y la paternidad de Jesucristo, cosas que aceptamos desde esa
ignorancia y la fe que profesamos mientras no nos la quiten (porque la fe también
se quita). Si observamos al individuo advertimos su preocupación y, llegada la
edad, la insoportable certidumbre sobre cuál va a ser su próximo futuro. Y,
sobre todo, de su destino fuera del tiempo, el que supone su encuentro con ese
Dios desconocido e incognoscible.
Ante esto. ¿qué
utilidad pueden tener una serie de entrevistas exultantes, laudatorias, explicativas
y justificadoras como las que ofrece ese libro? Un libro que, a mi juicio, no
ayudará a nadie a orientar su vida y salvar su alma si cree en ella. Ya uno de
los entrevistados indicaba que “los
medios de comunicación son un instrumento extraordinario para anunciar el
Evangelio”. A los hechos me remito.
Personalmente,
los libros hechos con entrevistas me repugnan; me repugnan algo, para no ser
radical. O que no las comprendo, para ser también humilde y sencillo. Yo no he
sentido que nadie me oliera como a oveja; el hecho cierto es que no yo tampoco
he olido a ningún pastor. El problema real es que me gustaría hacerlo.
Creo que
estamos ante una obra inútil, aunque bienintencionada, que no aliviará a casi
nadie cuando casi todos precisan de ese alivio. Aunque es un libro que trata de
incitarnos a aplaudir, me temo que yo no puedo hacerlo.
“El otro Francisco. Lo que nunca se
ha dicho sobre el Papa.” es una obra escrita por Deborah Castellano Lubov en
2017 con el nombre original de “Tutto quello qui che non vi hanno mai detto sul
Papa”. Tras ser publicada en Italia en 2017 por Edizioni Cantagalli, ha sido
traducida y publicada en España en 2018 por Homo Legens. Ha sido leída en su
versión Kindle.
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