lunes, 2 de marzo de 2020

Luca Constantini : “Aquí mando yo. Historia íntima de Podemos”


Estamos ante un libro que reúne, de entrada, dos virtudes: una, la de no concentrarse sobre el populismo en general, sino sobre la especie peculiar de populismo que se cierne sobre España, como es Podemos. La segunda virtud es estar escrito por un periodista italiano que ha vivido en los medios de Bolonia donde los protagonistas fundamentales del inicial Podemos español nutrieron sus ideas. Ideas que, como luego, se verá, fueron excesivamente  dúctiles en sus manos.
Luca Constantini, en efecto es un periodista italiano nacido en Bolonia en 1983, en cuya universidad se doctoró, al igual que en la UNED, en Historia Contemporánea. Trabajó durante cuatro años en El País como corresponsal en el Ayuntamiento del Madrid y pasó luego a VozPopuli, el periódico digital de orientación conservadora que fundó Jesús Cacho en 2011 y que nuevamente dirige en la actualidad.
Sorprende que el libro se publicara días antes de las elecciones del 10 de noviembre tras las cuales, de forma rápida e imprevista (¿imprevista realmente?) Podemos se imbricó en el gobierno que se calificaba como gobierno del PSOE. Pero esta sorpresa se supera fácilmente cuando se tiene en cuenta que lo que hace el libro es dar las pistas de lo que más tarde sucedió. Concretamente, lo que Constatini hace es ahondar en la personalidad de los principales protagonistas de la izquierda española. No solamente en la de Iglesias (es, ya de por sí, demostrativo el título del libro “Aquí mando yo”), sino en las de sus seguidores como Errejón, o sus opositores como Sánchez. Y uno siente miedo. Pero no solamente eso: Constantini, desde las páginas digitales de VozPopuli, nos proporciona las nuevas informaciones, explicaciones y justificaciones que rodean al mundo político español.
Hay dos figuras que sobresalen sobre las restantes: las de Iñigo Errejón y la de Irene Montero. Pero son muchas más las comentadas en el libro: Carmena, Monedero, Carmona, Carolina Bescansa… Y muchos son también los hechos que se examinan como cruciales: el 15-M, las elecciones europeas de 2014, la irrupción de Sánchez tras la oscura historia de la moción de censura frente a Rajoy, la batalla por la alcaldía de Madrid, la sublevación de las regiones…
El libro ahonda en primer término en la formación que en Bolonia recibió Iglesias, donde reafirmó sus ideas revolucionarias y donde conoció y cimentó su amistad con Iñigo Errejón, más gramsciano que leninista. Recorre igualmente sus incursiones por territorios bolivarianos en los que Monedero tiene especial trascendencia. Y, sobre todo, su incorporación, tras estudiar derecho, a la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense en la que trabaja junto a una persona de la que luego prescindirá pero que a la que en aquellos momentos elogió y se apoyó en ella: Tania Sánchez (la militante de IU que afirmaba: “Hay que matar al PSOE”) que por disidencias con su partido “decide en convertirse en la madrina de Podemos”. Es una época en la que Iglesias toma conciencia de la importancia de la imagen y se revela como espléndido comunicador. Algo que no olvidará en ningún momento. Fruto de ello es la operación de “La Tuerka”, un espacio televisivo transmitido por la Cadena 33 que le permitirá darse a conocer.
Cuando aborda la historia del 15-M, Constantini recuerda una idea del conde de Mirabeau expuesta a Luis XVI según la cual no basta oponerse a los movimientos revolucionarios, sino que es preciso controlarlos. “Ante un cambio revolucionario no es suficiente comprender su impacto y origen sino saberlo dirigir”. Y, tras afirmar que Iglesias comprendía bien el fenómeno del 15-M, agrega “¿supieron conducirlo?” El 15-M, como reconoce, es un movimiento transversal que surge como manifestación de descontento con la corrupción reinante; es una reacción de protesta que comparten teóricos votantes de izquierda y derecha. Y entonces Iglesias, junto a sus colaboradores, irrumpe como aglutinador de ese descontento y jefe de esa fuerza. “El líder de Podemos, de hecho, no nace como político, sino como comunicador”.
Hoy, no han pasado seis años desde que Podemos se fundó. Lo hizo el 11 de marzo de 2014, fruto de los acuerdos a que llegaron sus fundadores. Posteriormente fue obteniendo su perfil actual. Pero siempre en medio de turbulencias internas. Vamos a permitirnos no seguir puntualmente el razonamiento del libro y aludir a los hechos que nos han sorprendido. Uno de ellos es la contradicción existente entre el régimen autoritario y de mandato único preconizado por Iglesias y la pretensión de autonomía de las organizaciones políticas regionales que habían ido adhiriéndose al programa de Podemos, que así derivaba a llamarse “Unidos Podemos” y más tarde “Unidas Podemos”. Una de sus consecuencias es que, siendo Iglesias inicialmente no proclive a los nacionalismos, termina apoyándolos como medio de mantener una relativa unidad. Constantini es claro en este sentido: “Podemos nació inspirado en el 15-M y el asambleísmo, pero a la hora de construir una formación política se plantean dos sistemas: uno más vertical, apoyado por Iglesias, y otro más horizontal, que daba mayor autonomía a nivel regional y municipal, respaldado por los anticapitalistas”.
Hay pasajes a los que el libro dedica muchas páginas: sobre todo a la calificada como gran traición de Errejón, tan distinto a Iglesias en los medios que no en los fines, y que en último término se traduce en la creación de “Ahora Madrid” en unión con la peculiar Manuela Carmena, y de la pretensión de trascender a un “Ahora País”
Todo sucede demasiado deprisa. Demasiada. E Iglesias es consciente que debe aprovechar su éxito inicial (el que le hizo pensar en un “sorpasso” al PSOE) o resignarse a la extinción de Podemos. En otras palabras: tiene prisa. Hay una frase perdida en el texto muy significativa; “Su asalto al poder tampoco ha triunfado, y ahora le espera una temporada en la oposición, situación que le aburre”. Constantini nos dice con claridad que la oposición le aburre. Y es lo que evitará agobiando a Sánchez hasta entrar en el gobierno. Jugaba con el miedo de Sánchez y éste con la prisa de Iglesias; los hechos han comprobado que éste jugó bien: entró en el gobierno. A partir de ahí parece que sigue su constante: “Aquí mando yo”. Algunos de su propio partido opinan hoy que quien manda es Irene Montero. Y sugieren que Iglesias está enamorado, así de simple. Pasaron los tiempos en que Iglesias pedía únicamente una vicepresidencia para Irene; ahora la ocupa él pero, desde el Ministerio de Igualdad, vigila ella. Lo hace con niños y tartas, pero vigila; uno acaba de verlo.
Recordemos los hechos: Pedro Sánchez consigue desplazar a Rajoy de la jefatura del gobierno. No lo hace mediante unas elecciones, sino a través del mecanismo de la moción de censura que permitirá al Congreso votar el nuevo candidato el 1 de junio de 2018. Es el fracaso que tiene lugar el 13 de febrero de 2019 en aprobar unos presupuestos propios lo que le impulsa a convocar elecciones. Se celebrarán el 28 de abril de 2019. Con un número menor de votantes, Sánchez ve como el Congreso no lo inviste. Tampoco lo hace el 25 de julio. Todo obliga a Felipe VI a convocar nuevas elecciones el 10 de noviembre de 2019. Hasta aquí lo cubierto por el libro. Tenemos que añadir que en dichas elecciones el PSOE vio reducido el número de escaños con los que contaba. Dos días más tarde de celebrarse las elecciones se produce el inesperado (por la gente, que no por los interesados) abrazo de Sánchez e Iglesias para formar un gobierno de coalición entre socialistas escorados a la izquierda y los comunistas. Constantini nos expondrá la serie de contactos que previamente mantuvieron a las elecciones. ¿Sorprendidos? Si creemos que sí, es que no hemos entendido nada.
El libro, que merece todo tipo de elogios, por información y por claridad difíciles de encontrar, nos deja en posesión del balón, una vez ofrecidos todos los datos, para manejarlo inteligentemente. Sorprendidos o no, vemos a Iglesias como acompañante perpetuo de Sánchez, comiéndole el bocadillo. El primero busca el poder a través de la revolución; el segundo, simplemente la Moncloa. ¿Son objetivos compatibles? Si llegamos a la conclusión negativa tendremos que investigar la razón que les une y, sinceramente, no se nos ocurre otra que el miedo común a unas nuevas elecciones. Que, si no son anticipadas, llegarán inexorablemente en el plazo legal de cuatro años. Cuatro años que no les servirán para ganar las elecciones, sino que deberán aprovechar para evitarlas, es decir, para hacer inútil u obsoleta la democracia.
Antes me excusé de que, más que comentar el libro, me inspiraba en él. Es verdad. Resultaba imposible recoger todos los hechos a los que en libro se refiere su autor. Son demasiados, importantes y clarificadores; tanto que lo único que puede hacerse con ellos es repensarlos, tratando de digerirlos. Es de capital importancia, por ejemplo, el diseño psicológico que hace de los protagonistas de libro; se podrá disentir o no del mismo, pero fija la atención sobre esa realidad.
He expuesto por lo tanto mis ideas, algo prometido en el título de este blog. Algo que es casi invitación de un libro que se publica antes de unas elecciones generales. La cosa es clara: existe un plazo máximo de cuatro años dentro del cual hay que esperar algo. Hay pensar que el gobierno socialista-comunista actual tiene una idea similar en sus componentes, pero con una esperanza de sentido contrario. El primero pasa por aparentar un respeto democrático a la Constitución; el segundo, por su desaparición, unos por vía revolucionaria, otros por vías que implican el desprecio a la legalidad vigente. Cosas que por difíciles les hace temer a unas nuevas elecciones, pero que no consideran imposibles prescindiendo de los principios democráticos más elementales.
En esta lectura he aprendido, revivido, recordado o presentido mucho. Me siento obligado a invitar a otras personas a seguir ese recorrido.

“Aquí mando yo. Historia íntima de Podemos” es un libro registrado como autor por Luca Constantini en 2019 y que ha sido publicada en España por “Esfera de los libros” ese mismo año. La primera edición en libro electrónico (que es la leída) fue hecha en octubre del mismo año.

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